La línea argumental de estas páginas -el discurrir habitual de una
jornada en la vida de un romano medio- nos permite ir descubriendo el
esplendor de la gran urbe de la antigüedad, capital de un magnífico
imperio en el que ya, sin embargo, aparecen los primeros síntomas de
decadencia. Un brillante acercamiento a una civilización cuya presencia,
aún hoy, se mantiene viva en muchas de nuestras costumbres.
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